Circular, 4.0 & Bitcoin

Petar Ostojic
9 min readJan 3, 2021
“Être Atout” (1960), Roberto Matta

En una reciente entrevista, el reconocido emprendedor e inversionista Peter Thiel, señaló que el 2020 será recordado como el primer año del siglo XXI; el año en que la nueva economía reemplazó a la vieja economía.

Pero ¿Cómo será la “nueva economía” post covid-19?

Será circular, dejando atrás el modelo lineal basado en “hacer,usar, desechar”, y particularmente la idea que la Tierra cuenta con recursos naturales gratis e infinitos; será eficiente, sostenible y trazable, incorporando los límites físicos y termodinámicos de nuestro planeta, y se apalancará en las tecnologías de la industria 4.0, creando crecimiento económico sostenible, generando empleos de calidad y combatiendo el cambio climático.

“Uno debería pensar en Covid y la crisis de este año como este momento decisivo gigante, donde este es el primer año del siglo XXI. Este es el año en el que la nueva economía está reemplazando a la vieja economía”

— Peter Thiel

Transitar hacia la economía circular puede reducir el 45% de las emisiones globales y desbloquear una oportunidad económica de hasta US$4,5 trillones al 2030. Al mismo tiempo, la cuarta revolución industrial tiene el potencial de generar hasta US$3,7 trillones en valor para 2025 a nivel global; tecnologías como Internet of Things (IoT), Robótica, Inteligencia Artificial (AI), 5G, Edge Computing, Big Data, Machine Learning e Impresión 3D ya están ayudando a generar aumentos netos de productividad y nuevos puestos de trabajo que no existían hace unos pocos años.

Átomos y Bits

La economía circular no solo busca mantener el valor de los recursos y materiales durante el mayor tiempo posible a través de procesos físicos como reutilización, reparación y remanufactura, también busca hacerlo a través de la transformación digital.

La cuarta revolución industrial elimina las fronteras entre el mundo físico, digital y biológico. Es por esto que decimos que la economía circular no solo trata de átomos sino que también de bits. Por ello, el 90% de los CEOs creen que la digitalización impactará su industria; sin embargo, menos del 15% están ejecutando una estrategia digital.

“La economía circular no solo trata de átomos, también trata de bits”

Para desarrollar una economía circular se debe definir y controlar todas las etapas de un proceso: diseño, producción, distribución, flujo de materiales, reproceso, reparación, reciclaje, remanufactura, entre otros. La digitalización es el siguiente paso de optimización, siendo la expresión máxima de síntesis de un proceso, permitiendo el control, trazabilidad y mejora continua de un modelo de negocio circular.

Sin embargo, mucho se pregunta ¿Cómo comenzar? Nadie conoce mejor un proceso o modelo de negocio que el mismo emprendedor/empresario y la mejor receta para empezar el camino hacia la transformación digital es dejar de pensarlo y comenzar a hacerlo.

Justamente eso es lo que hemos desarrollado desde NDX Technology, con la creación del software y app Neptuno Analytics, para la trazabilidad completa del pionero y reconocido proceso de economía circular de Neptuno Pumps; esta herramienta digital, es la primera en su tipo en la industria de las bombas centrífugas industriales a nivel global, permitiendo la trazabilidad, visualización y documentación completa del ciclo de vida de los equipos Neptuno Pumps, desde su fabricación hasta su posterior retorno para evaluación y remanufactura, con toda la documentación del trabajo en un solo lugar (informes de evaluación, cotización, orden de compra, informe de remanufactura e imágenes), pudiendo ver el porcentaje de avance en tiempo real durante todo el proceso de remanufactura, así como el porcentaje de reutilización de componentes y porcentaje de uso de material reciclado, cerrando el ciclo completo del producto.

Neptuno Analytics App desarrollado por NDX Technology

Si bien los átomos y bits generan información a través de la transformación digital de los procesos, esto no garantiza la calidad de la misma. Si queremos certificar que la información que compartimos es real, confiable y segura, de manera rápida y eficiente, sin la necesidad de la validación de terceros, debemos dar un paso más, y ese paso se llama: blockchain.

Blockchain

Qué duda cabe que estamos viviendo un cambio de paradigma tecno-económico, y ninguna tecnología sintetiza de mejor manera este punto de inflexión que blockchain. En palabras de Marc Andreessen, inventor del navegador web, “la tecnología de blockchain es la primera cosa como el internet desde el internet”; otros van más allá y señalan que “blockchain es el internet como debía ser”.

En palabras simples, blockchain es una tecnología de registro o contabilidad distribuida que registra todas las transacciones y procesos realizados por los usuarios en un sistema, permitiendo una trazabilidad completa y en orden cronológico. El registro es básicamente un testigo del estado pasado y actual del sistema que es replicado y guardado en sincronización a través de múltiples nodos. La secuencia lineal de información no puede ser modificada y solo puede agregarse nueva data como continuación de la original, ya que la integridad y secuencia de los registros está protegida por algoritmos encriptados. Más aún, todos los registros deben ser aprobados por consenso entre los nodos a través del uso de un mecanismo tipo “Problema de los Generales Bizantinos” o Byzantine Faul Tolerance (BFT) como garantía de acuerdo.

Tal como describí hace algunos años en mi artículo “Blockchain y la Economía Circular”, históricamente la certificación y trazabilidad de materiales, recursos, productos, procesos e información ha tenido que ser llevada a cabo a través de intermediarios -generalmente organizaciones de prestigio internacional como organismos privados y/o públicos, gobiernos o bancos — que certifican y validan esta data. Sin embargo, esto no garantiza una transparencia y veracidad de la información al 100%, al mismo tiempo que encarece y ralentiza estos procesos.

“La tecnología de blockchain es la primera cosa como el internet desde el internet”

— Marc Andreessen

Mucho se habla sobre la importancia de transitar desde una economía basada en el beneficio para los shareholders, hacia una que también considere a los stakeholders; es justamente aquí donde la capacidad de “tokenización” o creación de “cryptomonedas” de blockchain resulta clave. En palabras simples, se trata de la representación de la propiedad de bienes, productos, procesos o materiales usando tokens o cryptomonedas que permiten ofrecer algún tipo de beneficio directo o que, en el mejor de los casos, incluso se valoricen en el tiempo. Esto simplifica su comercialización y la seguridad, haciéndolos más convenientes y accesibles ya que los bienes y productos registrados en blockchain pueden ser divididos en unidades más pequeñas, aumentando su liquidez.

Ahora, es necesario señalar que si hablamos de blockchain y su capacidad de crear cryptomonedas, necesariamente tenemos que hablar de Bitcoin… En realidad es completamente al revés.

Bitcoin

La tecnología de blockchain ha generado una gran riqueza económica en tiempo récord, y para impacto de muchos, lo ha logrado aparentemente “de la nada”. Pero es aquí donde reside justamente la gran enseñanza de esta tecnología: para nosotros, los seres humanos, el valor no nace solamente de lo tangible (mundo físico) sino que muchas veces -quizás la mayoría- de lo intangible (mundo metafísico); el valor nace de la subjetividad de nuestra conciencia colectiva, de nuestra cultura, de nuestro sistema de creencias y las historias que nos hemos ido contando a través de la historia, donde hemos encontrando consenso como sociedad, y en cada momento hemos llegado a la misma conclusión: algo tiene valor porque entre todos acordamos que lo tiene.

Bitcoin es el mejor ejemplo de cómo blockchain nos permite representar este sistema de creencias en unidades digitales finitas y escasas, haciéndolo fácilmente transable, transferible y seguro; creando una nueva economía basada en la creación, reserva y transferencia de valor; transformándose en la mayor revolución en el sistema monetario desde la creación del papel moneda en el siglo VII en China y siglo XVII en Europa.

“Porque todo el valor se volverá digital, la economía entera eventualmente se transformará en crypto economía”

— Balaji Srinivasan

En 2009, Satoshi Nakamoto (nombre ficticio adoptado por una o varias personas) publicó Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System, un documento que en solo 9 páginas logró resolver uno de los desafíos que hasta esa fecha no había podido ser resuelto: el llegar a un consenso en un sistema descentralizado. Esto por primera vez garantizaba a todos los participantes de la red pueden estar 100% seguro que la información compartida es real, correcta y no ha sido corrompida ni alterada, creando por primera vez en la historia de la humanidad un consenso descentralizado, reemplazando la confianza por las matemáticas.

Bitcoin, al ser un activo digital (según el Commodity Futures Trading Commission (CFTC) de EE.UU. es un commodity), permite saber a ciencia cierta cuál es su nivel de oferta y demanda, prácticamente en tiempo real. Al momento de escribir este artículo, existen alrededor de 18,4 millones de bitcoins en circulación, pero también sabemos cuántos están siendo “creados” (minados) en tiempo real (es importante señalar que la división mínima de 1 bitcoin se denomina satoshi y es igual a 0,00000001 bitcoins; es decir 1 bitcoin = 100.000.000 satoshis); por temas de código -que no entraremos a detallar en este artículo- antes de mayo de 2020 se minaban 12,5 bitcoins cada 10 minutos aproximadamente, es decir, 1.800 cada día. En mayo 2020 se produjo el Halving (proceso programado automatizado que reduce la producción de bitcoins a la mitad cada 4 años) reduciendo su producción en un 50%. Esto significa que desde esa fecha en adelante, cada 10 minutos solo se producirán 6,25 bitcoins (900 por día) hasta el 2024.

Otra característica clave de bitcoin es que es escaso por diseño, ya que su oferta está fijada de manera inalterable (por código) en solo 21 millones de bitcoins. A la fecha de este artículo se estima que solo se han minado unos 18,5 millones de bitcoins, y se espera que el último se mine alrededor del año 2140. Sin embargo, se calcula que alrededor de 3 a 4 millones de bitcoins se han perdido para siempre, cantidad que seguro irá en aumento, haciéndolo aún más escaso.

Por lo tanto, si consideramos los principios básicos de economía clásica, cuando la oferta de un activo se reduce y la demanda aumenta, este se aprecia, y esto es justamente lo que ha ocurrido en estos años, consiguiendo que bitcoin haya ido apreciándose en el tiempo, superando permanentemente su mayor valor histórico, y que definitivamente seguirá yendo en ascenso en el futuro, o como dicen los Hodlers: “To the Moon”.

“Bitcoin es la mayor revolución en el sistema monetario desde la creación del papel moneda en el siglo VII en China y siglo XVII en Europa”

Cryptoeconomía Circular

Como hemos visto, la economía circular y las tecnologías de la cuarta revolución industrial nos permiten desarrollar prácticas más sustentables en distintas industrias de acuerdo a las nuevas exigencias del mercado, satisfaciendo al mismo tiempo los desafíos sociales y ambientales. Sin embargo, la creciente preocupación e interés por parte de los ciudadanos de consumir bienes producidos de forma ética y sustentable, conocer el origen de lo materiales desde su extracción (o reciclaje) hasta el final de su ciclo de vida, y el potencial de extraer valor de la información generada, nos están empujando necesariamente hacia una economía circular 100% trazable, transparente y segura.

Blockchain nos permitirá transitar hacia una cryptoeconomía circular, donde cada componente, producto y material (átomos) tendrá un “gemelo digital” o “pasaporte digital” (bits) que permitirá la trazabilidad completa durante todos sus ciclos de vida a través de la encriptación de esta información en cadenas de bloques que permitirán la identificación permanente de estos bienes y materiales, optimizando su uso y previniendo que sean reciclados o reutilizados para usos de menor valor, generando el mayor valor a través de la reutilización y remanufactura.

Esto permite una cadena logística digital trazable, transparente y cronológica, cuyos beneficios se irán amplificando a través de la colaboración y uso compartido del blockchain entre distintas empresas o industrias -incluso en distintos lugares geográficos- con intereses o flujos de materiales e información similares y complementarios.

Podemos decir que finalmente contamos con el modelo económico y la tecnología para hacer de nuestro planeta un lugar mejor. El internet generó una explosión de creatividad, democratizando el acceso a la información, creación de contenido y la posibilidad de auto-educación masiva como no se había visto en la historia de la humanidad. Ahora, blockchain nos da las herramientas para poder crear, resguardar, extraer e intercambiar la mayor cantidad de valor de esta información, de manera directa, transparente y segura, permitiendo la transición hacia un nuevo modelo económico circular altamente eficiente, tecnológico y completamente distribuido.

La cryptoeconomía circular traerá la seguridad y confianza necesaria para que la información fluya libremente a través de la sociedad, con el fin de optimizar el procesamiento de esta, extraer el mayor valor posible y permitir que la inteligencia colectiva crezca y florezca, ad portas de la nueva “Época Dorada” que se presenta frente a nosotros.

Gracias por leer y compartir. También puedes encontrar todos mis artículos y noticias en www.petarostojic.cl, y conectar a través de Twitter en @petarostojic y otras redes sociales — Te invito a escuchar mi nuevo podcast Revolución Circular.

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Petar Ostojic

Emprendedor. Ingeniero. Podcaster: #RevoluciónCircular — Podcast de Economía Circular y Cuarta Revolución Industrial: www.revolucioncircular.org