Economía Circular e Industria 4.0 para Reindustrializar Chile
Como continuación de mi artículo Minería, Economía Circular y Pandemia, donde comparto algunas reflexiones sobre la importancia de la economía circular en la minería y nuestro mundo post pandemia, dejo con ustedes una nueva entrevista que me hizo un importante medio de comunicación nacional sobre la necesidad de una reindustrialización basada en el modelo circular y la cuarta revolución industrial.
1. ¿Cuál es el objetivo central de la economía circular?
El objetivo central es ofrecer un nuevo modelo económico más eficiente, innovador y sostenible que reemplace el actual modelo lineal basado en el “hacer, usar, desechar”, con el fin de mantener el valor de materiales y recursos durante el mayor tiempo posible, desacoplando el crecimiento económico de la explotación de materias primas. En la naturaleza no existen los desechos, por eso la economía circular busca replicar los ciclos biológicos en los ciclos industriales; para ello es necesario ir más allá del reciclaje, incluyendo el rediseño, reducción, reutilización, reparación y remanufactura de productos, pero además debemos incorporar tecnologías de la industria 4.0, como manufactura avanzada, impresión 3D, internet de la cosas (IoT), machine learning, inteligencia artificial (IA), robotización y energías limpias, con el fin de desarrollar nuevos modelos de negocio que aumenten el ciclo de vida de los productos, faciliten su recuperación, permitan su trazabilidad y estimulen la transición hacia la servitización o producto-como-servicio.
“Contamos con muchos casos de éxito nacionales reconocidos en América Latina y el mundo que se han transformado en embajadores globales de la economía circular”
2. ¿Cómo hemos avanzado en Chile en esta materia?
Chile ha avanzado en economía circular de manera responsable, seria y evolutiva. El caso chileno tiene la particularidad de haber sido bottom-up, es decir, comenzó desde la práctica, desde los emprendedores, empresarios e innovadores y posteriormente fue tomado por el sector público y gobierno. Contamos con muchos casos de éxito nacionales reconocidos en América Latina y el mundo que se han transformado en embajadores globales de la economía circular. Además, somos el país con más iniciativas públicas circulares, como la primera oficina de economía circular de la región, creada por el Ministerio de Medio Ambiente; el desarrollo de un mapa de actores nacionales; el ser el primer país en la región en incorporar la economía circular dentro de sus contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en inglés); el actual trabajo para la creación de la Hoja de Ruta en Economía Circular en Chile; varios programas para el apoyo de emprendimientos circulares generados por Corfo que han permitido identificar cientos de emprendimientos circulares en todo el país; y el primer Centro Tecnológico de Economía Circular en América Latina, que se instalará en la región de Tarapacá, con un financiamiento público-privado de US$22,5 millones.
3. ¿Los distintos sectores se han ido sumando a este concepto?
Cada día más sectores se suman a la economía circular buscando el triple beneficio económico, social y ambiental. Las grandes industrias tractoras de la economía chilena, como minería, salmonicultura, forestal y construcción, ya están incorporando el modelo circular como columna vertebral de sus negocios generando un gran dinamismo económico en los territorios donde operan. Lo mismo ha ocurrido con la industria de productos de consumo masivo, que al ser intensivos en el uso de plástico en envases y embalajes les resulta imperioso el transitar hacia nuevas estrategias basadas en economía circular. La industria de los agroalimentos también ha encontrado un nuevo impulso en la circularidad ya que si bien los recursos biológicos son circulares por naturaleza, este nuevo modelo ha permitido generar nuevas oportunidades de aprovechamiento de desechos, optimización en el uso de recursos y consumo responsable. Por último, el ecosistema emprendedor ha abrazado la circularidad como ningún otro, siendo el verdadero motor de este movimiento, incorporando y desarrollando nuevas tecnologías de la industria 4.0 para generar modelos de negocio circulares en las industrias antes señaladas, abarcando áreas tan diversas como la manufactura avanzada, transformación digital y biotecnología, pero que en el marco de la cuarta revolución industrial resultan absolutamente complementarias. Este fenómeno es particularmente importante en un momento donde todo el planeta se está preparando para una recuperación económica post pandemia, siendo la economía circular y la industria 4.0 las mejores estrategias para generar crecimiento económico sostenible, crear empleos de calidad y combatir el cambio climático.
“El ecosistema emprendedor ha abrazado la circularidad como ningún otro, siendo el verdadero motor de este movimiento, incorporando y desarrollando nuevas tecnologías de la industria 4.0 para generar modelos de negocio circulares en las industria”
4. Desde el punto de vista del CIEC, ¿qué desarrollos o iniciativas podemos destacar hoy en esta materia?
Desde nuestro Centro de Innovación y Economía Circular — CIEC hemos visto iniciativas en prácticamente todas las industrias. Dentro de los más destacados se encuentran los casos que consideran la recuperación, reutilización y reciclaje de productos fabricados con materiales especiales utilizados para el transporte de minerales y agua en la minería; remanufactura y reparación de equipos industriales que permiten aumentar el ciclo de vida, confiabilidad y eficiencia energética de estos productos sin necesidad de importar y comprar nuevos; desarrollo de software a la medida de trazabilidad, control y monitoreo de procesos y fabricación de productos que incorporan internet de las cosas (IoT), blockchain e inteligencia artificial; diseño de nuevos materiales no tóxicos, biodegradables y amigables con el medio ambiente; desarrollo a través de ciencia de materiales y biotecnología de materiales con mejores propiedades mecánicas y químicas, 100% reciclables e incluso capaces de autorepararse; creación de productos basados en materias primas de desechos orgánicos y producción de nuevos alimentos en base al procesamiento de insectos alimentados por desechos orgánicos, por nombrar algunos. Como estos, existen cientos de casos más dentro de los cuales destacamos las iniciativas levantadas y apoyadas por los programas de economía circular de Corfo que han permitido la dinamización del ecosistema de emprendimiento circular en Chile.
“Es clave comenzar un proceso de reindustrilización 4.0 y circular que incorpore las tecnologías de la industria 4.0; de lo contrario, temo que todo esfuerzo en transitar hacia una economía circular no pase más allá de iniciativas de reciclaje y compostaje”
5. ¿Cuáles son los desafíos actuales en cuanto a economía circular en Chile?
El principal desafío es que Chile se suba rápidamente al carro de la cuarta revolución industrial, ya que para desarrollar una economía circular es necesario contar con un país que disponga de una matriz productiva diversificada, robusta y competitiva. Para ello es clave comenzar un proceso de reindustrilización 4.0 y circular que incorpore las tecnologías de la industria 4.0; de lo contrario, temo que todo esfuerzo en transitar hacia una economía circular no pase más allá de iniciativas de reciclaje y compostaje, y como sabemos, el modelo circular es mucho más que esto: es desarrollar nuevos modelos de negocios apalancados en tecnologías disruptivas que no solo permiten generan crecimiento económico sostenible, sino que también crear empleos de calidad y combatir el cambio climático. Al mismo tiempo, la pandemia del Covid-19 ha sido una señal de alarma para todos los países que dependen de la cadena de fabricación, distribución y logística global; en un mundo tan frágil e incierto como el actual, no podemos seguir dependiendo de otras zonas geográficas para el suministro de productos y equipos estratégicos para la operación y funcionamiento de nuestra economía y sociedad. Además, tampoco es sustentable el transportar por miles de kilómetros estos bienes, generando cientos de miles de toneladas de CO2 cada año. Esta es una gran oportunidad para que nuestras grandes industrias promuevan, un nuevo modelo económico que transite desde la globalización hacia la “glocalización”, es decir el promover el desarrollo de empresas y emprendimientos que sigan pensando globalmente pero que actúen localmente, a través de modelos basados en economía circular y tecnologías de la industria 4.0 con el fin de transformar sus territorios y generar el triple beneficio económico, social y ambiental.
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